La alimentación tiene un impacto significativo en el cuidado del ambiente y se da principalmente en:
a) La huella de carbono: Ya que se ve afectada directamente por la producción de los alimentos que ingerimos, desde el cultivo hasta la distribución y la venta, debido a que genera emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, que contribuyen al cambio climático. La producción de alimentos de origen animal, en particular, tiene una huella de carbono más alta que la de los alimentos de origen vegetal.
b) El uso de agua: Esto debido a que se requiere, además de gran cantidad de espacio, grandes cantidades de agua. La agricultura es uno de los mayores consumidores de agua en todo el mundo. Al igual que la producción de carne y de lácteos que requiere mucha más agua que la producción de alimentos de origen vegetal.
c) La deforestación: La producción de los alimentos que ingerimos diariamente también puede contribuir a la deforestación y a la degradación de los bosques, esto es por consecuencia de la expansión de la agricultura y la ganadería que, a menudo implica la tala de árboles y la destrucción de ecosistemas naturales.
d) La contaminación del agua y del suelo: Esto se debe al uso de pesticidas y fertilizantes químicos en la agricultura que puede contaminar los recursos naturales, como el agua y el suelo.
Para mitigar estos efectos nocivos de la producción de alimentos en el medio ambiente es que en los últimos años se comenzó a utilizar el término de alimentación sustentable, pero, ¿qué es la alimentación sustentable?
La alimentación sustentable es un enfoque que busca proporcionar alimentos nutritivos y saludables mientras se minimiza el impacto ambiental y se promueve la justicia social y económica. La alimentación sustentable tiene en cuenta todo el ciclo de producción de alimentos, desde la producción y el procesamiento hasta el consumo y el desperdicio, y busca maximizar la sostenibilidad de todo el sistema alimentario.
Para lograr una alimentación sustentable, se deben considerar varios factores, como:
1. La calidad nutricional de los alimentos: Una alimentación sustentable debe proporcionar alimentos que sean saludables y nutritivos para las personas.
2. La sostenibilidad ambiental: La producción y distribución de alimentos debe tener en cuenta los impactos ambientales, como la huella de carbono, el uso de agua, la contaminación y la pérdida de biodiversidad, y buscar minimizarlos.
3. La justicia social y económica: La alimentación sustentable debe ser justa y equitativa, proporcionando acceso a alimentos saludables y nutritivos a todas las personas, independientemente de su origen socioeconómico, y apoyando a los pequeños productores locales.
4. La reducción del desperdicio de alimentos: La alimentación sustentable también busca reducir el desperdicio de alimentos a lo largo de todo el ciclo de producción y consumo.
5. La promoción de sistemas alimentarios locales y regionales: Una alimentación sustentable debe fomentar la producción y distribución de alimentos locales y regionales, reduciendo la dependencia de los sistemas alimentarios globales.
6. La promoción de prácticas agrícolas sostenibles: La alimentación sustentable también implica la promoción de prácticas agrícolas sostenibles que minimicen el impacto ambiental, como la agricultura regenerativa, la agroforestería y la permacultura.
7. La inclusión de la biodiversidad en la producción de alimentos: La alimentación sustentable implica la promoción de prácticas agrícolas que incluyan la biodiversidad y la preservación de los ecosistemas naturales, ya que esto puede tener un impacto positivo en la producción de alimentos y en la salud del planeta.
8. La educación y concienciación de los consumidores: La alimentación sustentable también implica la educación y concienciación de los consumidores sobre los impactos ambientales y sociales de sus elecciones alimentarias, y la promoción de la compra y consumo de alimentos más sostenibles.
En resumen, la alimentación sustentable es un enfoque que busca proporcionar alimentos nutritivos y saludables mientras se minimiza el impacto ambiental y se promueve la justicia social y económica. Para lograr esto, se deben considerar factores como la calidad nutricional de los alimentos, la sostenibilidad ambiental, la justicia social y económica, la reducción del desperdicio de alimentos, la promoción de sistemas alimentarios locales y regionales, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles, la inclusión de la biodiversidad en la producción de alimentos y la educación y concienciación de los consumidores.
Para reducir entonces el impacto ambiental de nuestra alimentación, podemos tomar diversas medidas, como, por ejemplo:
1. Reducir el consumo de carne y productos lácteos.
2. Optar por alimentos locales y de temporada para reducir la huella de carbono asociada al transporte de alimentos.
3. Consumir alimentos orgánicos y de producción sostenible para reducir el uso de pesticidas y fertilizantes químicos.
4. Evitar el desperdicio de alimentos y elegir opciones de envasado sostenible.
5. Apoyar la agricultura regenerativa y los sistemas alimentarios sostenibles.
6. Reducir el consumo de alimentos procesados y optar por alimentos frescos y enteros. La producción de alimentos procesados requiere más energía y recursos y también genera más residuos.
7. Promover la agricultura urbana y los huertos comunitarios para fomentar la producción local de alimentos y reducir la huella de carbono asociada al transporte de alimentos.
8. Elegir pescado y mariscos de fuentes sostenibles y evitar especies en peligro de extinción.
9. Fomentar el uso de tecnologías sostenibles y prácticas agrícolas que reduzcan el uso de agua, la contaminación del suelo y el uso de pesticidas.
10. Tomar medidas para reducir el desperdicio de alimentos, como la creación de bancos de alimentos, el reciclaje de residuos orgánicos y la donación de alimentos no consumidos.
En resumen, la alimentación es un factor importante a considerar en el cuidado del medio ambiente. Adoptar prácticas alimentarias más sostenibles y responsables puede contribuir significativamente a reducir la huella ecológica y promover un futuro más saludable y sostenible para todos.
Por eso, es importante resaltar que la alimentación agrosustentable en Argentina es un enfoque que busca proporcionar alimentos nutritivos y saludables, a la vez que se minimiza el impacto ambiental y se promueve la justicia social y económica. Argentina es un importante productor de alimentos a nivel mundial, y la adopción de prácticas agrosustentables puede tener un impacto significativo en la sostenibilidad de los sistemas alimentarios locales y globales.
Para lograrlo en Argentina, se están adoptando diversas prácticas y políticas, como:
1. Promover la agricultura regenerativa: La agricultura regenerativa es una práctica agrícola que se enfoca en la salud del suelo, la biodiversidad y la producción de alimentos nutritivos y saludables. En Argentina, se están adoptando prácticas regenerativas, como la rotación de cultivos, el uso de abonos naturales y la siembra directa.
2. Reducción del uso de agroquímicos: El uso excesivo de agroquímicos puede tener un impacto negativo en la salud humana y el medio ambiente. En Argentina, se están adoptando políticas y prácticas para reducir el uso de agroquímicos, como la promoción de prácticas agrícolas alternativas y la regulación del uso de pesticidas.
3. Promoción de sistemas alimentarios locales y regionales: La promoción de sistemas alimentarios locales y regionales puede reducir la dependencia de los sistemas alimentarios globales y promover la producción y consumo de alimentos sostenibles y nutritivos en las comunidades locales.
En Argentina, la alimentación agrosustentable se está convirtiendo en una prioridad cada vez mayor debido a la importancia del sector agrícola en la economía y la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental.
Algunas de las prácticas agrosustentables que se están promoviendo en Argentina incluyen:
• Agricultura regenerativa: Esta práctica implica la adopción de técnicas agrícolas que regeneran y mejoran la salud del suelo, reducen la erosión y la pérdida de nutrientes, y aumentan la biodiversidad. En Argentina, la agricultura regenerativa se está promoviendo como una alternativa a la agricultura convencional que puede tener un impacto negativo en el medio ambiente.
• Producción orgánica: La producción orgánica implica el uso de técnicas agrícolas que evitan el uso de pesticidas y fertilizantes sintéticos y promueven la biodiversidad y la salud del suelo. En Argentina, la producción orgánica se está convirtiendo en una opción cada vez más popular para los pequeños productores y para los agricultores que buscan diversificar sus prácticas agrícolas.
• Agroforestería: La agroforestería implica la combinación de árboles con cultivos y/o pasturas en un mismo sistema agrícola, lo que puede mejorar la calidad del suelo, reducir la erosión y aumentar la biodiversidad. En Argentina, la agroforestería se está promoviendo como una alternativa sostenible a la producción monocultivo.
• Agricultura de precisión: La agricultura de precisión implica el uso de tecnologías avanzadas para optimizar el uso de los recursos y reducir los residuos. En Argentina, la agricultura de precisión se está promoviendo como una forma de mejorar la eficiencia en el uso del agua y los fertilizantes, y reducir el impacto ambiental de la agricultura.
• Comercialización justa: La comercialización justa implica garantizar que los pequeños productores reciban precios justos por sus productos, lo que puede fomentar la producción sostenible y mejorar la calidad de vida de los agricultores. En Argentina, se están promoviendo sistemas de comercialización justa que conectan a los pequeños productores con los consumidores locales y regionales.
Tan importante y relevante para el mundo es la agricultura y la alimentación sustentable que la Organización de Naciones Unidas (ONU) estableció desde el 2016, que cada 18 de junio se conmemoraría el Día de la Gastronomía Sostenible.
En Argentina se están promoviendo prácticas agrosustentables que buscan mejorar la salud del suelo, aumentar la biodiversidad y reducir el impacto ambiental de la agricultura, mientras que se garantiza la seguridad alimentaria y se fomenta la comercialización justa de los productos agrícolas.
Además, de estar promoviéndose iniciativas para fomentar la agricultura familiar y los sistemas alimentarios locales y regionales, como los mercados de agricultores y las cooperativas agrícolas. Estas iniciativas tienen como objetivo fomentar la producción y el consumo de alimentos locales y regionales, reducir la dependencia de los alimentos importados y mejorar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental.
Otra iniciativa importante que se está llevando adelante en nuestro país es la promoción de la reducción del desperdicio de alimentos y la recuperación de alimentos en buen estado que, de otra manera, serían desechados. Esto se está haciendo a través de programas de donación de alimentos y la creación de sistemas de recogida y distribución de alimentos en supermercados y restaurantes.
En términos de políticas públicas, Argentina ha implementado una serie de medidas para fomentar la sostenibilidad ambiental y la producción agroecológica, como la Ley de Agricultura Familiar y la Ley de Fomento a la Agroecología. Estas leyes tienen como objetivo fomentar la producción sostenible, mejorar la calidad de vida de los agricultores y promover la seguridad alimentaria.
Por lo que podemos decir, entonces que la alimentación agrosustentable en Argentina implica la adopción de prácticas agrícolas sostenibles, la promoción de sistemas alimentarios locales y regionales y la reducción del desperdicio de alimentos.