La contaminación por plástico es uno de los mayores problemas ambientales a nivel global y el que más empeoró en los últimos años, lo que pone en riesgo nuestra propia salud.
De acuerdo al último Censo Provincial de Basura Costera Marina realizado el año pasado, y gracias al trabajo mancomunado y conjunto entre diversas instituciones costeras de 16 localidades bonaerenses, los residuos plásticos y las colillas de cigarrillos siguen siendo uno de los mayores problemas en la costa atlántica argentina.
Durante los meses de septiembre y octubre de 2022 tuvo lugar la sexta edición del Censo Provincial de Basura Costera Marina, organizado por diferentes organizaciones de las principales ciudades costeras de la Provincia de Buenos Aires, en coordinación con más de 400 voluntarios.
Con el fin de analizar la cantidad y el tipo de residuos que existen en la costa bonaerense, la edición de este año cubrió un área total de 410.864 m2. Como resultado se registraron un total de 35.741 residuos, de los cuales el 73,7% estuvo constituido por plásticos, lo que indica una vez más que son los residuos más abundantes de las costas.
Un dato relevante considerando que la contaminación por plástico es uno de los problemas ambientales globales que más empeoró en los últimos años, generando graves consecuencias para nuestra propia salud.
¿Qué son los residuos marinos?
Se denomina residuo marino a cualquier material persistente de fabricación humana y sólido, que es descargado o abandonado en el medio marino y costero. Esta problemática se ve acentuada con motivo de las toneladas diarias de basura que llegan a los mares a través de los sistemas de drenaje urbanos (como las bocas de tormenta y los pluviales), la desembocadura de los ríos y por la acción del viento que los traslada, sumado a lo que directamente arrojan las personas en los ambientes costeros o la descarga desde las embarcaciones. A su vez, el mar recoge los residuos durante la marea alta y los transporta hacia otros sitios, que pueden no ser el origen de estos residuos.
Según un estudio elaborado por la consultora Dalberg, los seres humanos estamos consumiendo unos 5 gramos de microplásticos por semana a través de los alimentos, el agua y el aire; es decir, el equivalente al peso de una tarjeta de crédito.
“Una realidad incontrastable es que el plástico que llega al mar es difícil de retirar. En los últimos 80 años, la vida promedio de un ser humano, contaminamos nuestros ecosistemas marinos con un material que, por económico y práctico, fabricamos y consumimos por demás. Lejos de demonizarlo, la realidad es que ni los riesgos de su producción ni el destino final de su gestión fueron considerados”, concluyó Verónica García, especialista Ecosistemas Marinos y Pesca Sustentable de Fundación Vida Silvestre Argentina.
Es claro que, a pesar del crecimiento exponencial de iniciativas voluntarias y regulaciones nacionales y regionales que ya existen, no hay señales de que la cantidad de plástico que ingresa al océano se esté desacelerando. La respuesta debe ser global y coordinada.
Los Censos de Basura Costera Marina son una herramienta de gran importancia para registrar la situación en las playas bonaerenses, mediante la identificación del tipo y cantidad de residuos que afectan las costas, para buscar soluciones colectivas de alcance local y nacional. Conocer cuál es la composición de la basura marina nos permite identificar cómo podemos mejorar nuestros hábitos de consumo, evaluar las realidades particulares y establecer qué tipo de regulaciones son necesarias, con la finalidad de frenar y revertir la contaminación por plástico.
Argentina fue uno de los 34 países donde se llevó a cabo la encuesta: más del 81% de las personas encuestadas manifestaron que es muy importante prohibir los plásticos de un solo uso innecesarios, mientras que el 85% piensa que se deberían responsabilizar a los fabricantes y minoristas de reducir, reutilizar y reciclar los envases de plástico.